FERNANDO LUGO : Nuevo sacerdote es acusado de abuso sexual, ¿Cuál es tu opinión?
Un sacerdote católico aparece nuevamente en Magallanes acusado de abusos sexuales contra menores de edad. El escándalo vuelve a rodear a la función sacerdotal, con grave detrimento de la confianza pública y la credibilidad de la ciudadanía.
Un sacerdote católico aparece nuevamente en Magallanes acusado de abusos sexuales contra menores de edad. El escándalo vuelve a rodear a la función sacerdotal, con grave detrimento de la confianza pública y la credibilidad de la ciudadanía en una institución religiosa.
El escándalo en este caso no viene sin embargo de los medios de comunicación, sino como lo evidencian los gruesos titulares de La Prensa Austral del jueves 10 de abril, de los graves hechos denunciados en la audiencia de formalización de cargos realizada ante tribunales.
Los magallánicos tenemos derecho a preguntarnos ¿y dónde están los filtros institucionales dentro de la iglesia católica para impedir que homosexuales y otros individuos proclives a conductas desviadas accedan al sacerdocio? ¿Dónde están los anunciados controles en seminarios y otras instancias eclesiales, para evitar que estos graves hechos no se repitan, como lo anunció el Vaticano hace algunos años atrás? ¿Cuáles van a ser las acciones de la iglesia católica para ir en apoyo de las familias de las víctimas afectadas por estas acciones ilícitas?
No es la primera vez que estos hechos suceden en Magallanes y en el resto de Chile.
Los ciudadanos tenemos derecho a reflexionar críticamente frente a una institución anti-natura como el celibato sacerdotal. ¿Porqué no se presentan casos tan frecuentes de homosexualidad y pedofilia entre pastores de otras denominaciones religiosas? Pues precisamente porque en nuestra opinión, la tradición eclesiástica del celibato, forma medieval de castración virtual y mental, hace posible que hechos como los ocurridos puedan afectar a sacerdotes y niños y jóvenes cercanos a su labor pastoral.
Los ciudadanos tenemos derecho a expresar una sincera preocupación en Magallanes, porque al tenor de la acusación presentada por el Fiscal del caso, los delitos investigados se perpetraron en la propia residencia del obispo de Punta Arenas y también en el marco de las actividades de los Centros de Vacaciones CEVAS.
No basta que se trate de minimizar los hechos; ni que se acuse a la prensa de informar a la ciudadanía, rol que es fundamental en una democracia. Los magallánicos necesitamos explicaciones más detalladas y prolijas de la autoridad religiosa. Hagamos que se escuche la opnión de la ciudadanía. Conformemos un diálogo sano y con argumentos válidos.
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